jueves, 8 de mayo de 2014

Educación: la base de todo

"¿Cómo se puede mejorar la Educación?"

La educación es la base de cualquier nación. La educación es uno de los elemento más importantes de cualquier sociedad. Es la base del desarrollo social y económico. Es un pilar fundamental, básico. 
Entonces, ¿qué ocurre si la educación no va bien en nuestro país?
Yo pienso que el problema en la educación en España se achaca casi únicamente a los alumnos, cuando en realidad, en el proceso educativo, hay tres elementos fundamentales implicados, con el mismo nivel de responsabilidad e importancia todos ellos: profesores, padres y alumnos. 
Comenzando por lo profesores, he de decir que ser profesor es una profesión que está absolutamente infravalorada, o por lo menos, la infravaloramos nosotros mismos e incluso los propios profesores, porque no le damos la importancia ni le reconocemos la tremenda responsabilidad que la concierne. Para empezar, dado que como he dicho la educación es el pilar básico en una sociedad, la profesión de profesor debería ser una de las profesiones más importantes y valoradas de ésta (como ocurre en Finlandia), pero no lo es. El problema es que  pensamos que "cualquiera puede ser maestro", cuando no es así. Ser maestro es mucho más que saber mucho sobre una materia y pretender enseñársela a unos niños o a unos adolescentes. Ser profesor es tener la vocación de enseñar, y más importante aún, saber hacerlo. Mucha gente en este país, acaba siendo profesor por el simple hecho de "tener una vida fácil", creemos que es sólo sacar una carrera, hacer unas oposiciones y tener un puesto de trabajo para toda la vida. No se trata de eso en absoluto. Se trata de formar a los futuros componentes de un pueblo, de una sociedad, y del futuro que queremos darles. El hecho de que el ser profesor y funcionario del estado te proporcione una plaza vitalicia ya es un gran error. Esto desmotiva al profesorado, que ya tiene bastantes problemas, pues siente que ha perdido su autoridad, que su alumnado está completamente desinteresado... Pero si encima de esto, mantenemos a profesores que realmente no tienen vocación de enseñar, no saben compartir sus conocimientos para que otros sean capaces de entenderlos y de aprenderlos, o no tienen la capacidad o la autoridad suficiente para estar dando clase, ¿qué estamos haciendo? ¿No deberíamos controlar esto? Yo pienso que sí. Al igual que a nosotros, alumnos, nos examinan, los profesores no deberían quedar exentos de esto. Muchos alumnos de medicina han sacado la carrera y se saben la teoría estupendamente, pero a la hora de la verdad se desmayan al ver sangre. Esos "médicos" no pueden ejercer. Entonces, ¿los maestros que no saben enseñar sí deben? 
Quizá también habría que aumentar la necesidad de un aprendizaje pedagógico antes de ser profesor.
Lo que no puede ocurrir, y lo escribo como testigo de ello, es que tu propio profesor te diga "No se os ocurra haceros profesores, es la peor profesión del mundo". No podemos seguir permitiéndonos un profesorado desinteresado, un profesorado sin vocación alguna, un profesorado que no se preocupa por sus alumnos, que se dedica simplemente a "explicar" un libro... La educación no es eso, la educación es mucho más.
Otro problema añadido es el propio sistema educativo, el cual tiene muchas más carencias que cosas buenas. Para empezar deberíamos tomar ejemplo de otros países que obviamente ya han encontrado un sistema más eficaz, no necesariamente copiarlo tal cual, pero si adaptar las cosas que mejor funcionan. Un sistema educativo no debe basarse en la memorización de conocimientos o en la resolución de problemas. Un sistema educativo no sirve de nada si no nos ha hecho personas, si no nos ha enseñado nada para vivir, que es lo que realmente hacemos cuando dejamos en instituto o la universidad... Debemos formar personas, no máquinas. También debemos dejar hueco a la imaginación y la creatividad, no relegarlas como si fueran cosas malas. Debemos desarrollar personas con capacidad crítica, con capacidad de decisión, responsables, y con moral, con capacidad de rebatir y argumentar opiniones, personas con voz propia. Pero en vez de eso, el sistema se dedica a formar a trabajadores que acepten lo que se les dice, simple y llanamente. 



Parece como si hoy en día, los padres no tuvieran nada que ver en la educación de sus hijos. Casi ningún adolescente va a estudiar, ser responsable y desarrollarse como persona sin unos padres que estén ahí, justo detrás de él. Como ya he dicho, la educación no se da sólo el instituto, la educación empieza en nuestra propia casa. No podemos ser padres y desentendernos de ella como si no fuera con nosotros, porque el fruto de eso son jóvenes sin estudios, y en consecuencia, sin trabajo. 
Debe de haber comunicación entre profesores y padres, y no sólo comunicación, sino cooperación, sobre todo cuando hace realmente falta por el bien del alumno. Todos somos diferentes, pero si algunos necesitan más atención que otros para centrarse y educarse, debemos dársela. Debemos realmente preocuparnos por lo que pasa en clase, y ayudar a los hijos en sus tareas como alumnos. Dedicarse a tirar por la borda el trabajo de nuestro hijo y reñirlo o castigarlo porque haya suspendido un examen no sirve absolutamente para nada, sino para desmotivarlo aún más de lo que, probablemente, ya esté. A veces el problema no está en que no se emplee tiempo en estudiar, pues muchos jóvenes realmente pasan horas delante de los libros. Pero esto no sirve de nada si nadie les ha enseñado cémo se debe estudiar para sacar el máximo rendimiento en el menor tiempo posible o si tienen un gran déficit de atención porque el clima de estudio no es adecuado, entre otras cosas. 


Por último, los alumnos. No estamos libres de culpa, pero tampoco somos los que más tenemos. Lo que realmente deberíamos hacer sería implicarnos más. Hoy en día, es realmente difícil centrarse con la enorme cantidad de distracciones que tenemos, sobre todo debido a  las nuevas tecnologías, pero no es imposible concentrarse. Se puede dejar todo a un lado por un tiempo, y aprovechar realmente ese tiempo en aprender y en estudiar. No es necesario estar todas las tardes estudiando desde que llegamos a casa hasta que nos vamos a la cama, ni mucho menos. Se trata de una mayor responsabilidad, de una mayor preocupación y sobre todo de una mayor concentración. Pero como ya he remarcado, para esto necesitamos realmente estar motivados, estudiar cosas que realmente sintamos que nos sirven, que nos gustan, y que nos hayan explicado bien. 
Tampoco podemos pasarnos las horas haciendo deberes, y desgraciadamente para nosotros, en España esto pasa continuamente. No son necesarios tantos deberes para una buena educación, tenemos un concepto equivocado de ellos. Hay que hacer más cosas, como deporte, aprender música o pintar... y no podemos si estamos hasta arriba de trabajos y deberes. También merecemos un descanso. 
Además, pienso que no podemos estar cuatro años en enseñanzas secundarias obligatorias aprendiendo cosas bajo mínimos porque al estado le interesa que todo el mundo tenga el certificado a final de curso, para luego llegar a bachillerato y estudiar más que en toda una vida, sin tiempo ni para respirar, porque la cantidad de materia que debemos memorizar en relación con el tiempo que tenemos es excesiva. 
En todo tiene que haber un equilibrio, en él está la virtud, y la enseñanza no tiene porqué ser menos. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario