domingo, 4 de mayo de 2014

Capitalismo y pudor... ¿enfrentados?

Hay ciertas preguntas que se consideran íntimas y no hay por qué contestar aunque cada vez es más frecuente, en esta sociedad ultracapitalista en la que todo se vende, encontrar gente hablando sin pudor de su intimidad en la televisión, eso sí, por dinero. ¿Qué opinas de la falta de pudor? ¿Qué no harías por dinero? ¿Qué educación moral estás recibiendo? ¿Diferencias el bien del mal? 

De la falta de pudor opino, que el problema no es el hecho de la falta de pudor en sí mismo, sino de la gente que se siente interesada por saber sobre la vida de otras personas. La semana pasada mismamente, me topé con una feria del libro a la entrada de un centro comercial y resulta que unos de los libros "más vendidos" en España es el de Belén Esteban... Sólo eso deja mucho que desear de la sociedad española. Y ya si nos descubrimos que uno de los canales con más audiencia en España es Telecinco y conocemos su contenido... ¿Qué podemos esperar de la falta de pudor? Que es bastante inexistente. Obviamente me parece vergonzoso ir a contar tu vida íntima a la televisión, pero a la gente qué más la da si otras personas se entretienen a su costa y encima ellos ganan dinero (y mucho) sin sentir ni padecer. Sin olvidar lo orgullosos que están de sí mismos por ser "famosetes" y vivir del cuento. 
¿Qué no haría por dinero? Muchas cosas, entre ellas contar mi vida íntima en cualquier medio divulgativo, hacer algo que pueda perjudicar a otras personas, especialmente si son cercanas a mí, perder mi dignidad e integridad como persona... 
En mi familia siempre me ha llamado la atención que nuestros padres no se han dedicado nunca a decirnos "esto está bien o tienes que pensar así" porque sí, mis padres siempre nos han dicho lo que hay, las consecuencias que tienen nuestros actos y de ahí en adelante nos han dado la libertad para decidir por nosotros mismos. Jamás me han dicho que tenga que creer o no en Dios porque ellos crean o no, que tenga que estar a favor de cierto partido político o cierta ideología. Pero obviamente la educación "con libertad" tiene límites, ellos siempre han estado detrás de nosotros para que sepamos diferenciar. Por ejemplo, yo robé una gominola con aproximadamente tres años, y no he vuelto a robar nada en toda mi vida. Por supuesto, ha sido gracias a mi madre, testigo de mi inocente acto vandálico.
Por último, personalmente sí creo que sepa diferenciar el bien del mal, aunque el ser humano es egoísta por naturaleza y a veces no nos damos cuenta de que lo que hacemos está mal, saber diferenciar y pararse a pensar es un buen comienzo. 

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